En la presente guía bíblica se nos hace notar que las cartas de Pablo no fueron documentos programados, sino escritos “casuales”, motivados por una necesidad concreta de alguna comunidad. La comunidad de los Tesalonicenses es la primera a quienes Pablo dirige una carta, y la de Filipos es una comunidad muy unida al Apóstol, a quienes les comparte su experiencia primera de Cristo.
Pablo escribiendo desde la cárcel, invita a la fidelidad a Cristo, más allá de la prueba