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Una Catequesis para la Iniciación Cristiana

Se está hablando de INICIACIÓN CRISTIANA en la Iglesia, pero:

  • ¿En qué consiste la Iniciación Cristiana?
  • ¿En qué se parece y en qué se diferencia de la catequesis que tradicionalmente venimos ofreciendo en nuestras parroquias?
  • ¿Por qué es necesario este nuevo enfoque de catequesis que están llamando “Iniciación Cristiana”?

LA INICIACIÓN CRISTIANA EN UN CAMBIO DE ÉPOCA

¡Cuántos cambios estamos viviendo! Ya casi no alcanzamos a darnos cuenta de los nuevos inventos en las nuevas tecnologías de comunicación, en medicina, en educación, etc. Quizás no alcanzamos a notar que por todo ello las personas estamos cambiando profundamente: en el modo de autocomprendernos, en nuestras relaciones, en nuestro modo de ver el mundo y la historia. Basta observar a los niños.

Vivimos no sólo algunos cambios marginales, sino todo un “cambio de época”. También en el modo de vivir la fe y comunicarla: el catecismo que antes bastaba para educar a los cristianos, ya no es suficiente: la gente ya no entiende ese lenguaje y le dice poco.

Ya no podemos dar por supuesta la fe.- Cierto que nuestro pueblo peruano conoce datos sobre Jesús y los santos, y lo expresa de varias formas en la Piedad Popular. Pero, la experiencia personal de fe como encuentro con Jesucristo viviente, que lleva a entregarle la vida y constituirse como su discípulo/a… pocos viven ese don.

Es verdad que prácticamente todas nuestras Parroquias tienen organizada la catequesis de “Primera Comunión” y “Confirmación”; es verdad que tenemos un gran número de catequistas jóvenes y adultos, que donan generosamente su tiempo y habilidades a servicio de la catequesis,

Pero también es verdad que nuestro lenguaje catequístico, tan ‘doctrinal’, tomado de la filosofía y la teología, la gente ya no lo entiende y sobre todo no le llega al corazón, porque está pensado más para comunicar ideas sobre Dios, que para suscitar el encuentro con Jesús y abrir a la fe.

Además, la catequesis la tenemos demasiado ligada a los sacramentos de la Eucaristía y Confirmación, tanto que si no hay “preparación al sacramento” no imaginamos la Catequesis. Por otro lado, sacramentos tan importantes como el Bautismo, lo tenemos pastoralmente mal-tratado. Dígase lo mismo del Matrimonio.

Sobre todo: presenciamos con pesar un progresivo alejamiento de nuestro pueblo, sobre todo entre los jóvenes, de las raíces de la fe católica. Aparecida denuncia “una identidad cristiana débil y vulnerable”.[1]

Una Iglesia “en salida”.- En esta actitud nos quiere el Papa Francisco: Iglesia “en salida”, con talante de Nueva Evangelización, interesada en que el Evangelio penetre hasta las raíces  de nuestras culturas y de los corazones. En el campo de la catequesis, ello se expresa en los enfoques de la “Iniciación Cristiana” o “Procesos Catecumenales de Catequesis”.

La propuesta viene desde el Concilio Vaticano II, pero se hace crecientemente explícito en documentos como la Exhortación “Evangelii Nuntiandi”,[2] el Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos”,[3] el Directorio General para la Catequesis,[4] la Exhortación “Catechesi Tradendae”,[5] Documento de Aparecida[6] y últimamente la Exhortación de Francisco “La alegría de evangelizar”.[7]

LA INICIACIÓN CRISTIANA

“Iniciar”…. Todo en la vida tiene un inicio: allí se comienza para continuar luego. A lo más importante les damos una “iniciación” particular, como son los preparativos para el matrimonio  o para el nacimiento de un niño.

Qué entendemos por “Iniciación Cristiana”: Lo central y lo primero, lo más importante de la evangelización y de la fe: conducir al encuentro personal y significativo con Jesucristo. “Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por él, de intentarlo cada día, sin descanso”.[8]

Para ello, desde sus inicios la Iglesia hace un anuncio vivo, incisivo, alegre y testimonial de Jesús (el kerygma), que suscite la fe y la conversión. Esta es la primera respuesta, como apertura a Cristo y disposición a vivir con y como él. Sólo a partir de esa fe germinal puede empezar la Catequesis de Iniciación.

Podemos definirla como: “Un proceso extendido en el tiempo, por el que el convertido recibe formación evangélica y se ejercita en conformar su vida al estilo del Evangelio, y se introduce en la vida nueva del Señor Resucitado por el bautismo, la confirmación y la eucaristía en la comunidad eclesial y también en el mundo”. [9]

Destinatarios de la Iniciación Cristiana

Los primeros destinatarios de este subsidio son los jóvenes y adultos no bautizados -cada vez más numerosos- pero también los bautizados no suficientemente evangelizados,[10] que son la inmensa mayoría.

Características/dimensiones de la Iniciación Cristiana

  • Cristocéntrica. El anuncio gozoso y testimonial de Jesucristo es lo primero y más evidente. El Kerigma no sólo es el inicio, sino “hilo conductor” del proceso hacia la madurez cristiana.[11] A partir de ello, una presentación detenida, creyente, de Jesús.
  • Bíblica. Porque cristocéntrica, la IC es bíblica: partir de la Palabra, sobre todo de los evangelios, para presentar el misterio de la persona, los gestos, la enseñanza de Jesús.
  • Litúrgico-sacramental. Todo el proceso es enriquecido por las “entregas” y celebraciones propias del RICA.
  • Comunitaria. Introducir gradualmente en la Iglesia: comunidad viva, acogedora, misionera. No sólo en la Iglesia, sino en el mundo.
  • Inculturada e integral. El anuncio del Evangelio debe ser significativo, ‘Buena Noticia’, ‘salvación’ para el catecúmeno, ubicado en esta porción del mundo y de la historia. Por eso ilumina y asume la realidad vital.

Sacramentos e Iniciación Cristiana

Migrar de una catequesis entendida sólo como “preparación a un sacramento”, a la catequesis como Iniciación a la vida cristiana. El sacramento no es la meta, sino celebración de la fe y de una vida cristiana crecientemente madura.

  • Con los jóvenes y adultos no bautizados: la Iglesia celebra juntos los tres “Sacramentos de la Iniciación”: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, durante la Vigilia Pascual.[12]
  • En el caso de los niños y adolescentes bautizados que acceden a la Eucaristía o a la Confirmación: los sacramentos son celebrados acompañando pedagógicamente el proceso de maduración cristiana.
  • El grupo más desafiante y numeroso es el de los muchísimos bautizados, no suficientemente evangelizados, a quienes hay que re-iniciar en la fe y la vida cristiana.

Etapas de la Iniciación Cristiana

Hay etapas o pasos claramente marcados. El Directorio General para la Catequesis indica:[13]

  1. Precatecumenado, tiene lugar la primera evangelización en orden a la conversión y se explicita el kerigma, el primer anuncio de Jesucristo.
    • Concluye con la Celebración de Inicio del Catecumenado.
  2. Catecumenado, propiamente dicho, destinado a la catequesis integral.
    • Se incluyen preciosas celebraciones sugeridas por el RICA[14]
  3. Tiempo de purificación e iluminación, preparación más intensa a la vida cristiana y a los Sacramentos de la Iniciación,
    • Concluye con la Celebración de los Sacramentos de Iniciación: Bautismo-Confirmación-Eucaristía.
  4. Mystagogia, experiencia y espiritualidad de los sacramentos, y entrada en la comunidad.

 

URGENCIA DE LA INICIACIÓN CRISTIANA

  • Entremos de lleno en el hoy de una Iglesia universal y Latinoamericana que se pone en el camino de la Nueva Evangelización y vive la “conversión pastoral”: desde la catequesis ‘tradicional’ hacia la “Iniciación Cristiana”.
  • Importancia de formar a nuestros agentes pastorales, especialmente a los catequistas, en los criterios de la IC: Coordinadores/as Diocesanos de Catequesis, Directores/as de Escuelas de Catequesis, Coordinadores Parroquiales, Catequistas, PPFF.
  • Ya no vale la pena producir subsidios y guías con enfoques anteriores; encaminémonos todos hacia un servicio evangelizador y catequístico que ponga en contacto con Jesucristo y conduzca a la madurez de la fe: la “Iniciación Cristiana” es eso.

[1] DA 286
[2] Pablo VI. Exhortación Apostólica “Evangelii Nuntiandi” (EN). Roma, 8 Diciembre, 1975
[3] Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA). Roma, Edición aprobada en Perú: Lima, 4 Julio 1994.
[4] Congregación para el Clero. Directorio General para la Catequesis (DGC). Roma, 25 Agosto, 1997.
[5] Juan Pablo II, Exhortación Apostólica “Catechesi Tradendae” (CT). Roma, 16 Octubre, 1979.
[6] V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Documento Final. Aparecida, 2007.
[7] Francisco. Exhortación Apostólica “La alegría de evangelizar” (EG). Roma, 24 Noviembre, 2013.
[8] EG, 2.
[9] RICA, Observaciones previas; Catecismo de la Iglesia Católica, 1275.
[10] Cf. DA 288.
[11] Cf. DA 278. EG 164.
[12] Cf. El Papa Francisco ha impartido los tres sacramentos a un grupo de jóvenes y adultos en la Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro, 2014.
[13] Cd. DGC, 88.
[14] RICA: Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos.

 

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